viernes, 24 de julio de 2020

Crónicas negras

Por Víctor M. Navarro
LOZOYA Y EL GALIMATÍAS DE LA POLÍTICA MEXICANA. Después del circo de tres pistas armado por la llegada de Emilio Lozoya extraditado de España a México. El exdirector de Pemex  llega investido de “persona protegida” para declarar y presentar pruebas sobre los sucios manejos en los cuales se ven inmiscuidas altas personalidades de la política nacional, ahora aboga por un paquete legal que podemos denominar la familia también se salva.
Primero es lo primero, Lozoya según se ha dado a conocer permanece hospitalizado y todavía no se sabe cuándo estará en condiciones de rendir declaración, eso si su aparato legal y cofrades no ejecutan otros recurrentes actos de prestidigitación.
Por lo pronto ante la Fiscalía General de la república se opera la estrategia para evitar su ingreso a la cárcel y la cual  pretende extender sus beneficios a su cónyuge Marielle Helene Eckes; su hermana Gilda Susana y su madre Gilda Austin, igualmente se suspendería  el ejercicio de la acción legal.
Si la FGR concluye que las grabaciones y pruebas presentadas por la defensa de Loyola, aportaran materia importante para develar los actos de corrupción y asociación delictuosa en los casos Oderbrecht y Agronitrogenerados, el exfuncionario en la administración Peña Nieto alcanzará la figura de “criterio de oportunidad” y se convertirá en “testigo colaborador”, y así llegaremos a conocer lo que todo mundo conoce o por lo menos intuye, la delincuencia de cuello blanco ha estado incrustada en las altas esferas del poder por lo siglos de los siglos amén.
El camino no es nada fácil, primero es necesario que Lozoya se recupere de su minada salud, segundo, que las pruebas presentadas respondan a las expectativas, y tercera que el sacrosanto sistema de justicia resuelva con efectividad esta situación.

Para los mexicanos de a pie, esta posibilidad de asistir a un acto de justicia, equidad y limpieza de nuestro manido ejercicio del poder, nos representa creer que las cosas ´pueden cambiar en al país, también podremos ver que tan a fondo se puede llegar, pues en este enjuague se encuentran inmiscuidos secretarios y políticos de alto rango y el mismísimo expresidente.
De veras presenciaremos una acción ejemplar en materia de justicia social y política o simplemente tendremos más atole con el dedo. Las apuestas están hechas, días de expectativa vendrán.
TAN LEJOS DE DIOS Y TAN CERCA DE LOS INTELECTUALES. De dónde salen los intelectuales, aquellos hombres de pensar agudo y creatividad punzante, de prosa excelsa, analítica e ideas que mejoran la vida en sociedad, ellos quienes enriquecieron su vida medrando activamente con los libros de texto, quienes se doctoraron de críticos contumaz en revistas anexasadas al poder.
De dónde salen los intelectuales, quienes se toman fotos en la sala del mismísimo presidente en turno, y le lavan sus trapitos sucios y la avalan sus maniobras todavía más sucias, ellos quienes durante sexenios han figurado en la nómina institucional mayor. Y tienen coches nuevos y casotas.
De dónde salen los intelectuales que gracias a la tele y sus empresas hacen libros bonitos, con fotos bonitas en papel bonito y caro, y contratan a niños bien, que escriben bien y les pagan bien. Biógrafos de héroes que se mueven de derecha a izquierda y a todos lados. De dónde salen los exquisitos intelectuales, ahora convertidos en rabiosos defensores del divino chayote disfrazado de derecho a la libertad de expresión, intelectuales del mercomún nacional.
Dónde crecen y florece los intelectuales y sus corifeos también intelectuales, ellos quienes van con la sonrisa blanca de beca en beca y su prosa limpiecita se mantiene impecablemente resguardada en la creación excelsa, los de los muchos libros y algunos muy bien escritos.
Dónde duermen los intelectuales que saben adular y siempre les va bien, gozan de buenos trabajos, escriben buenos libros y saben jugarle al crítico exaltando al César. Cuanto añoro la dicha inicua de ser intelectual.

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