Foto: Lucila Rousset
Por Victor Navarro
Periodistas Unidos.
Ciudad de México. 19 de agosto de 2019.- En el
centro de Tacubaya, en la zona más popular de este barrio ancestral se
encuentran asentados dos mercados que son cuna de tradición en el ámbito del
pequeño comercio de la ahora Alcaldía Miguel Hidalgo.
Estos inmuebles comerciales son el Mercado Cartagena (también
llamado Ing. Gonzalo Peña Manterola, como homenaje a dicho funcionario quien
donó el terreno donde fue edificado), ubicado en la Calle Erasmo Castellanos
Quinto esquina con Carlos Lazo, la referencia obligada para su perfecta
ubicación es sencillamente mencionar que se encuentra a las afueras de la
estación del Metro Tacubaya, línea 1 del transporte colectivo. A cuatro cuadras
de este primer inmueble comercial, caminando sobre Avenida Jalisco se encuentra
el Mercado Becerra, también llamado Tacubaya y Tránsito debido a su
arquitectura que consta de tres niveles, centrado entre las calles Río Becerra
( eje definitorio de un barrio que se mantiene como retrato vivo de nuestros
usos y costumbres), Héroes de 1810, Tránsito y Héroes de Churubusco, una de las
calles más breves de Tacubaya, de Avenida Revolución a una esquina del mercado.
Estos dos centros de abasto popular están hermanados en el
devenir de la historia tacubayense, son parte de un mismo núcleo comercial y
familiar; a finales del siglo XIX y principios del XX empezó a conformarse el
viejo mercado de madera y tenderete llamado De La Paz, nacía una zona comercial
por excelencia, la cual hasta la fecha subsiste sorteando muchas veces la
inoperancia de administraciones delegacionales y las garras siempre afiladas de
la iniciativa privada.
Aquel antiguo Mercado De la Paz, del cual se guardan algunas
postales históricas, presumía un reloj en su entrada principal el cual todavía
se conserva en la esquina de José Ma. Vigil y Revolución. Tacubaya era un
municipio con muchas zonas sin pavimentar como ese epicentro con el mercado,
vecindades y cabaretes como El Pierrot y el Montealbán, de allí la tradición
del baile picudo en la zona. Familias enteras fundaron el pequeño comercio,
mercado que de 1929 al 50 creció inconmensurable de Avenida Jalisco a los
Portales de Cartagena, de Observatorio al barrio de Becerra donde se encontraba
uno de los obradores o rastro registrado en la época entre los más grandes de
la ciudad. En el Mercado De la Paz había de todo y para todos, comida
preparada, frutas, legumbres, verduras, granos, jarciería, huaraches, zapatos,
utensilios, ropa, telas… la venta y el trueque en su máxima expresión. La mitad
de los comerciantes eran originarios del barrio y de colonias cercanas como
Santa Fe, Mixcoac, San Ángel; la otra mitad llegaron de colonias de la
periferia, del Estado de México o de diferentes estados de la república
Mexicana; población variopinta que con el correr de los tiempos se convirtió en
aquellos que sembraron las señas de identidad de Tacubaya y su comercio popular.
Familias que se unieron a otras
familias, ancestros que heredaron a más seis generaciones la tradición
comerciante…algunos testimonios de esta estirpe fundadora: Me
llamo Macario Ayala, mis abuelos llegaron del Estado de México a la Ciudad
(entonces D.F.) allá por 1932. Mi abuela muy joven decidió dedicarse al ahora
llamado pequeño comercio, y ni tarde ni temprano instaló su puesto en aquel
viejo mercado de madera y tenderete; la mayor parte de las colonias de la
ciudad a no ser las del centro, estaban sin pavimentar, así es como cuentan los
abuelos, la aventura de vender y marchantear en esos populares centros de
abasto resultaba una verdadera odisea.
Llegamos a Tacubaya
porque era la parte de la ciudad que conocíamos, aquí paraba el tren de la
venta y un transporte que hacía tres días en llegar, ahora es el barrio de mis
hijos y nietos y seguimos siendo comerciantes.
Historias que se
entrecruzan, biografías que se complementan ese viejo Mercado de la Paz,
décadas después dio origen al Cartagena y el Becerra, inaugurados un 22 de
julio de 1957. Esta historia viene para largo y la iremos contando en varias
entregas, finalizamos con un poema publicado en el libro CARTAGENA ( UNAM,
1944).
EL MERCADO VIEJO
Puestos de madera, paisajes y parajes de la tradición.
En esa foto de los cuarenta Rosita en el local de medias.
Cajas de cartón y carritos de baleros,
calles sin pavimento y escandalera los domingos.
El mercado viejo se murió cuando hicieron el viaducto,
entonces Cartagena empezó a dividirse más aún.
Allá todos crecieron, se hicieron novios o enemigos,
se trenzaron las familias y nacieron los primeros lidercillos.
Épocas aquellas de don Miguel Alemán,
tampoco Tacubaya era
una fiesta.